El cielo lleva hoy
un alma de plomo.
Se abraza a las ventanas.
Ajeno a las personas.
Mil ojos amarillos sonríen
desde las copas de los árboles.
Ajenos al otoño
que cruje bajo mis botas
y se mete en mis pulmones.
Duele pisar esta alfombra
de pensamientos marchitos
que yacen empapados.
No quieren volver…
1 comentario:
Los otoños también se pueden disfrutar, también tienen muchas cosas bonitas...
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