21.5.10

Llegó un momento en que empezó a notar que se hacía viejo. Pero no era porque le fallara la vista, o porque no recordara qué había comido el día anterior, o porque ya no fuera capaz de subir los peldaños de dos en dos. Comenzaba a experimentar un dolor de ritmo artrósico a nivel de ciertos recuerdos.

12.5.10

¿Sabes abrir piruletas?

Sonrisa derretida en una taza de café.


Los recuerdos migran, chocan y estallan en latido.
De quien me enseña a vivir, a abrir piruletas.
Del mejor cronotrópico positivo,
de lo que sigue siendo una buena excusa
para salir de la cama por las mañanas,
o de una catedral que aún se sonroja.


Tazas de café derretidas en sonrisas.