18.9.08

La espera...

Los adoquines relucen

los restos del verano.


Una silueta camina

calle arriba.

Paso decidido,

paso desenfadado.

Solo puedo ver su sombra,

cuesta arriba,

desafiando

a los restos del verano.


Palpita el sol sobre el suelo,

latiendo los segundos

que tardarás en llegar.

17.9.08




Finos hilos de caoba

pasión en roble de otoño

deseo del atardecer estival

cuando su reflejo cobrizo

riele en un último aliento,

tras el lienzo gris

se marchitará el mar.



Gracias.

12.9.08



Infiltra el papel,

diluyendo tinta,

el leve sabor salado

y gris

de los posos

cayendo sordos

en la tormenta.

11.9.08

Traffic lights



As the bus stopped behind the traffic lights, he looked trough the glass. In a car beside, a girl leant the head of a teddy over the window and smiled at him. He smiled back, and simply felt happy.

8.9.08









No es que el tiempo

se haya detenido.


El tronco milenario espera

cada una de tus pisadas.


Aquí el tiempo no existe.


Las hojas secas se quejan

bajo tus pies.


Y todo habla con voz venenosa.


Entonces sueñas

que estarás aquí

eternamente.

Para siempre.

7.9.08

[Forever]

Used to be innocent enough to use the word 'forever'...

Encuentro




- (Se hiela, funde, quema, ahoga,

ansía, entumece, duele, explota,

se anquilosa, mutila, muere, desboca,

oscurece, araña, quiebra, destroza,

se rasga, retuerce, ruge, agoniza

cada átomo de mi ser

tras apenas un atisbo

de tus pupilas asesinas.)


- Hola.

- Hola.

Ventana entre la hiedra


Ventana entre la hiedra,

encarando al frío Norte,

el marco incorruptible

en la penumbra envejecido;

los cristales, polvorientos,

se quiebran mecidos

en el recuerdo

de rijosos quejidos

arrancados al viejo colchón

ya raído por el dolor.


Ventana entre la hiedra,

el alba del valle

llorará la memoria

de la melodía atemporal

de tus bisagras.

6.9.08



Ríos, ríos de hielo

corrían en vez de sangre.

Los músculos papilares, como

estalactitas de fría piedra caliza,

sujetaban las paredes agrietadas

de la caverna cardíaca,

vomitando bocanadas

de glaciares ensangrentados

a cada latido.


Sentía como si cada nervio

de su cuerpo estuviera enredado

en un tallo de rosa de cristal

con sus mil espinas clavándose en él.


Y creía el maldito sol

que calentando su piel podría fundir

los afilados témpanos de dolor

que se arrastraban impasibles

por sus vasos, rasgándolos,

haciéndolos jirones en cada recodo.


Añoraba la certeza de si volvería

a llegar la primavera.

3.9.08

Lejos.

El teléfono me habla con tu voz muerta.

Muerta.

Son los momentos en que uno se acuerda de que existe.

La muerte.

La veo en tus ojos vestidos de negro.

De luto.

Se siente en el nudo de la corbata, que empieza a apretarme.

Lentamente.

Estalla detrás de mis pupilas.

Desangrándolas.

Espera una palabra.

Impaciente.

Y ahora vive en mis oídos.

Para siempre.

Noche

Vaivén insoportable
pesadilla en la madrugada
el corazón anhelante
las entrañas asoladas

las imágenes, los juegos,
lágrimas y palabras
difunden en la noche
desgarrando el alma

no hay sueños, ni ilusiones
sólo oscuridad, no habrá alba

2.9.08

Prokofiev

Sonrisas negras

de voces afiladas.

Acantilados imposibles,

las olas sangrando.

Tu carcajada de navaja

rebota en la pared.

Tiembla el piano,

estallan mis oídos.

Y un charco de tinta

salpica la sala.